Las propiedades curativas del mar.
Como una de las variantes a la hidroterapia y del termalismo, cada vez mas se está poniendo en auge la Talasoterapia como método terapéutico que se basa en la utilización del clima marino, el agua de mar y otras sustancias extraídas del mismo. Es un procedimiento totalmente natural, en el que el agua, recogida a más de 1.000 metros de la orilla, se depura y esteriliza para eliminar los agentes patógenos, previo a su aplicación en los distintos tratamientos.
Éste agua contiene más de 80 elementos necesarios para el buen funcionamiento del cuerpo humano, algunos con propiedades antitumorales, antibacterianas y antivirales.La increíble riqueza del mar y el medio marino en oligoelementos y sales minerales permite que el organismo pueda recuperar su equilibrio y paliar sus carencias ya que, a través de la piel, se asimilan elementos contenidos en el agua, como yodo y sodio, que se renuevan dentro del cuerpo.En talasoterapia, las técnicas que se utilizan vienen a ser similares a las que se emplean en las aguas termales. El agua de mar se calienta a una temperatura que oscila entre los 35 y 37º C y se emplea para hacer sesiones relajantes en piscinas climatizadas, destinadas a descongestionar sistema circulatorio, relajar y tonificar el cuerpo. Los sistemas que habitualmente se utilizan son las duchas, los baños y los chorros a presión.Las algas y los lodos son un eficaz complemento a la acción terapéutica del agua de mar. Las algas almacenan todo tipo de sustancias marinas y contienen vitaminas A, B, C, E, F y K, altos contenidos en hierro y calcio, proteínas y minerales. Sirven para proporcionar al organismo propiedades antioxidantes, contribuyendo a retrasar el envejecimiento de la piel.
Los lodos suelen aplicarse en forma de cataplasmas. Entre los más utilizados se encuentra la combinación de fangos termales con algas, un tratamiento que contribuye a la relajación a la vez que previene la artritis y el reumatismo.
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